Y ¿ quién fue mi mejor terapeuta? ¿ un psicólogo, tal vez? Pues no...esta ricura tropical, su preciosa mascota.
PLUTO se dejó querer desde el primer instante, aunque nos veíamos por primera vez
Su mirada entrañable me llegaba al corazón
Su carácter apacible me daba mucha paz
Y su otro lado, enérgico y vital, me daba fuerzas
Nunca le estaré lo suficientemente agradecida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario